viernes, 29 de junio de 2012
lunes, 25 de junio de 2012
Getting the edge on the current employment market
Getting the edge on the current employment market
Selling yourself to prospective
employers is not quite as easy as you might think. If you are good at what you
do, surely others will notice? Well, unfortunately that is not the case anymore!
Perhaps it was once easy to
get recognition for your achievements, but times have changed. More people are
out of work than ever before, and it is certainly not because they are not
skilled. In fact, they are more educated than previous generations and yet, the
number of graduates able to get a job is rapidly declining.
With more highly qualified
people available for work, the job market has become incredibly competitive.
And this unfortunately does not only apply to students. It also applies to the
most seasoned of professionals. In this day and age, younger workers, may be
the preferred option as they are cheaper, more willing to be molded and eager
to learn. Regardless of this, it is plain to see why knowing how to sell
yourself effectively is vital. It doesn’t matter whether you are aspiring to
get your first job, hoping for a promotion or just thinking of a career move. Knowing
how to market yourself properly is about survival as much as it is about
progression. Just think about the amount of redundancies that have occurred
since the beginning of the recession. If you were in the running to get the
sack, would you be able to defend your worth?
The following tips should
help you to stand out from the crowd, no matter what you are trying to achieve.
1. Be truthful, be yourself! - A vast majority of people lie on their
CV. Recently, it emerged that The Chief Executive of Radioshack claimed to hold
a degree in psychology, which wasn´t the case. Spare yourself the embarrassment
of your prospective employer finding out you are a fraud when they do your background
or employment check, be truthful from the start !
2. Know the market - Do your research! Put the time in so that you can
have a two-way conversation with a potential employer, and if you are looking
for a new job or for a promotion, be realistic about earnings based on the
average wages in your area.
3. Don’t be too cocky. The key here is to have the goods to back your
claims. No-one wants to work with a know-it-all. That said, sometimes ballsy personalities
make for great sales persons and are able to push the boundaries of a team’s
structure.
4. Learn another language – Although English has long been the
language of business, globalization and Internet technology mean that this is
changing. In today's interconnected business world, knowing a second language,
particularly Spanish which is the second most spoken language in the world is
becoming increasingly valuable. Not only does learning a second language help
your employer; it also boosts your paycheck and expands your employment options.
5. Network online – Connecting in business is still a lot about who
you know and not necessarily about what you know. A virtual connection could
transform your career. Get onto LinkedIn. Start a blog. Try tweeting other
professionals. Connecting through the internet means you can access those you
normally don´t have access to in person.
6. What gives you the edge? The hard truth is that there are plenty of
other people who could do your job just as well, if not better than you and
maybe for less money. It’s hard to accept, but once you do, you will be more
focused on selling your strong points, and admitting your shortfalls. Many
interviewers will ask what your weakness is. If you claim that you have none,
you look pompous and unprepared. The simple fact that you are trying to better
yourself will speak volumes and will significantly increase your confidence as
well as your prospects.
La importancia de ser un niño bilingüe
La importancia de ser un niño bilingüe
Muchos son los estudios que demuestran que los niños que hablan dos idiomas
desarrollan más rápido ciertas destrezas como la atención selectiva, que es la
habilidad para concentrarse en detalles importantes, y no hacer caso a la
información confusa o que distrae. Además de estas ventajas, los niños
bilingües pueden identificar y describir mejor las características de una
lengua siendo más adeptos a desarrollar habilidades semánticas y por
consecuencia son más elocuentes al comunicarse.
Definimos a una persona bilingüe como aquella que puede entender,
comunicarse, y expresarse de una forma clara, perfecta, y precisa, en dos
idiomas distintos.
Existen muchas razones por las que muchos padres se esfuerzan para que sus
hijos sean bilingües. Sabemos que la multiplicidad de culturas y de lenguas
representa una riqueza incalculable y un empujón hacia el progreso personal y
profesional. Otro idioma abre puertas que de otra forma están cerradas y trae
consigo raíces, valores, cultura y mayor entendimiento entre las personas.
Por otro lado, esta probado que sólo aprendiendo de un "profesor nativo", los
niños son realmente capaces de desarrollar sus habilidades en inglés al mayor
nivel, dado que un acento y dicción perfectas solo pueden lograrse emulando a
un nativo.
Las ventajas de ser un niño
bilingüe:
Los niños bilingües tienen doble capacidad de leer y escribir, y su
conocimiento es más amplio por tener mayor acceso a la información global por
medio de la literatura, las historia, las tradiciones, conversaciones, formas
de vivir y medios de comunicación. En suma, un niño bilingüe desarrolla un mayor
conocimiento y por consecuencia su raciocinio estará más desarrollado. Por ello,
pueden ser más creativos, flexibles y abiertos al mundo y a los demás. Además hablar dos idiomas es casi una garantía para encontrar empleo. Las empresas buscan cada vez más personas que hablen inglés además de su idioma
por lo que las puertas del mercado de trabajo se abren y ofrecen más
oportunidades a las personas bilingües.
domingo, 24 de junio de 2012
La Motivación
Vengo dando clases desde que tengo 15 años y ya a mis tantos años puedo decir que lo más importante a la hora de aprender un idioma es la motivación que tenga el alumno para aprender.
Las razones para aprender el idioma puede variar infinitamente. Sin embargo, la razón no necesariamente es la motivación para aprender. La motivación, según mi humilde perspectiva, es el deseo de aprender, de esforzarse y de superar los retos que conllevan al aprendizaje.
Es posible que la idea de un potencial trabajo te emocione o bien que terminas el Bachillerato y estás listo para estudiar tu carrera, pero el saber que tienes que sacar un B1 o un B2 para el objetivo que te has marcado te llene de miedo o flojera.
También es posible que tu nivel sea considerablemente más bajo y alcanzar uno de estos niveles te lleve más tiempo de lo que creías pensado. Es cierto, parte de la motivación es aceptar que aprender inglés o español, por ejemplo, no es algo que harás en un curso intensivo de cuatro meses ni en un año y quizá ni en dos o más.
Pregúntate cuánto tiempo te llevó aprender tu idioma nativo. Considera que tu idioma lo comensaste a escuchar desde el momento de tu concepción en el vientre de tu madre, y seguido de ahí cuando naciste, fuiste adquiriendo, poco a poco, el vocabulario y las estructuras necesarias para comunicarte. No naciste sabiéndolo y tampoco lo aprendiste en cuatro meses. Confío en que estarás de acuerdo conmigo al decir que aún siendo adulto sigues aprendiendo palabras y expresiones nuevas.
Existen muchos paralelismos entre como aprendiste a hablar y como se aprende un idioma. También es cierto que conforme avanzamos en edad se nos hace más difícil el aprendizaje en general, no solo de un idioma sino aprender cualquier cosa.
Adicionalmente, los idiomas evolucionan y se adaptan a los tiempos que corren y por ello una vez adquirido cierto nivel de habla hay que actualizarse leyendo prensa y libros, viendo la TV, navegando por internet, etc.
Por ello la motivación es imprescindible por que, vuelvo a decir, es una carrera de fondo. Más vale paso de dure y no trote que canse.
Y también está el factor costo, que bueno las horas de aprendizaje las tendrás que pagar de una u otra manera - antes o después. La inversión de tiempo, dinero y esfuerzo nadie te las quita.
Mi consejo es que aproveches bien lo que aprendas en la escuela (léase colegio, instituto, bachillerato o universidad) por que te servirá de cimiento para tu futuro aprendizaje y te ahorrará muchos dolores de cabeza y arrepentimientos - y lo más motivante - tiempo.
Nunca es tarde para aprender a hablar inglés o español, y si fue tu asignatura pendiente, es algo que te apetece hacer, lo necesitas para la universidad, para tu trabajo, para salir a estudiar al extranjero o por el simple gusto de saberlo e irte de viaje - hazlo - será la mejor inversión de tu vida.
El mundo se coloca al alcance de tu mano con un idioma, tus límites se expanden al igual que tus oportunidades de trabajo, de promociones, y tu nivel de satisfacción personal incrementa.
Las razones para aprender el idioma puede variar infinitamente. Sin embargo, la razón no necesariamente es la motivación para aprender. La motivación, según mi humilde perspectiva, es el deseo de aprender, de esforzarse y de superar los retos que conllevan al aprendizaje.
Es posible que la idea de un potencial trabajo te emocione o bien que terminas el Bachillerato y estás listo para estudiar tu carrera, pero el saber que tienes que sacar un B1 o un B2 para el objetivo que te has marcado te llene de miedo o flojera.
También es posible que tu nivel sea considerablemente más bajo y alcanzar uno de estos niveles te lleve más tiempo de lo que creías pensado. Es cierto, parte de la motivación es aceptar que aprender inglés o español, por ejemplo, no es algo que harás en un curso intensivo de cuatro meses ni en un año y quizá ni en dos o más.
Pregúntate cuánto tiempo te llevó aprender tu idioma nativo. Considera que tu idioma lo comensaste a escuchar desde el momento de tu concepción en el vientre de tu madre, y seguido de ahí cuando naciste, fuiste adquiriendo, poco a poco, el vocabulario y las estructuras necesarias para comunicarte. No naciste sabiéndolo y tampoco lo aprendiste en cuatro meses. Confío en que estarás de acuerdo conmigo al decir que aún siendo adulto sigues aprendiendo palabras y expresiones nuevas.
Existen muchos paralelismos entre como aprendiste a hablar y como se aprende un idioma. También es cierto que conforme avanzamos en edad se nos hace más difícil el aprendizaje en general, no solo de un idioma sino aprender cualquier cosa.
Adicionalmente, los idiomas evolucionan y se adaptan a los tiempos que corren y por ello una vez adquirido cierto nivel de habla hay que actualizarse leyendo prensa y libros, viendo la TV, navegando por internet, etc.
Por ello la motivación es imprescindible por que, vuelvo a decir, es una carrera de fondo. Más vale paso de dure y no trote que canse.
Y también está el factor costo, que bueno las horas de aprendizaje las tendrás que pagar de una u otra manera - antes o después. La inversión de tiempo, dinero y esfuerzo nadie te las quita.
Mi consejo es que aproveches bien lo que aprendas en la escuela (léase colegio, instituto, bachillerato o universidad) por que te servirá de cimiento para tu futuro aprendizaje y te ahorrará muchos dolores de cabeza y arrepentimientos - y lo más motivante - tiempo.
Nunca es tarde para aprender a hablar inglés o español, y si fue tu asignatura pendiente, es algo que te apetece hacer, lo necesitas para la universidad, para tu trabajo, para salir a estudiar al extranjero o por el simple gusto de saberlo e irte de viaje - hazlo - será la mejor inversión de tu vida.
El mundo se coloca al alcance de tu mano con un idioma, tus límites se expanden al igual que tus oportunidades de trabajo, de promociones, y tu nivel de satisfacción personal incrementa.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)